Fósil Vivo

Instalación de tres hombres fueguinos hechos en escultura cerámica a tamaño natural, se conectan a través de una espera atemporal. Su mirada es indefinida y no se comunican entre ellos, sólo esperan en un espacio común, una estación. Destaca en su postura corporal el tiempo que llevan ahí, con su cuerpo achatado y su peso material. En contraste nosotros, en movimiento, somos livianos y pasajeros de ese espacio. En las paredes se proyectan  un grupo de esculturas cerámicas que iluminan a los personajes y resaltan el peso de las esculturas versus la liviandad de las imágenes de luz.

El espacio de la instalación no le pertenece ni a los personajes ni a los espectadores pero ambos son parte de una situación que se construye conjuntamente. Ellos nos hacen cuestionar nuestra propia forma de mirar y el tiempo que disponemos para ello.